Fibromialgia

  Fibromialgia, significa dolor en los músculos y en el tejido fibroso (ligamentos y tendones). Se caracteriza por dolor músculo-esquelético generalizado y sensación dolorosa a la presión en puntos específicos (puntos dolorosos o gatillo).
 
¿En qué consiste?
   La fibromialgia consiste en una anomalía en la percepción del dolor, de manera que se perciben como dolorosos estímulos que habitualmente no lo son. No se conoce la causa de esta alteración, pero se piensa que hay muchos factores implicados. No obstante, se considera que cualquier situación de estrés agudo o crónico, ya sea físico o emocional, puede considerarse como un desencadenante.
   Los estudios se han orientado a analizar si hay alteraciones en los músculos o en el sistema inmunológico, anomalías psicológicas, problemas hormonales o, como se ha señalado previamente, alteraciones en los mecanismos de percepción del dolor. Se ha detectado en el sistema nervioso de personas con fibromialgia, niveles bajos de serotonina (importante en la regulación del dolor) e incremento de la sustancia P (sustancia productora del dolor).
 
Formas de tratarla
   La fibromialgia no tiene cura, por lo que el objetivo del tratamiento es disminuir el dolor y tratar los síntomas acompañantes, y así mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Es importante conocer la naturaleza de la enfermedad y cuales son los factores desencadenantes de brotes, realizar tratamiento de las alteraciones psicológicas asociadas si las hay (ansiedad y depresión) y ejercicio físico suave diariamente.
   En Biosens hemos diseñado un plan especial para tratar este síndrome con aromaterapia científica (aceites esenciales quimiotipados) y calor seco proporcionado a través de una cápsula de spa, para así mejorar la calidad de vida de la persona que lo padece. Los aceites esenciales tienen la capacidad de transmitir un mensaje al sistema límbico que influye en el sistema nervioso, esto se traduce en una serie de beneficios para el cuerpo y la mente, incluida la reducción de la inflamación, el alivio del dolor, el fortalecimiento del sistema inmunológico, el alivio de la ansiedad. Hay estudios que han concluido que los aceites esenciales ayudan a regular la dopamina y serotonina en el cerebro, hormonas de la felicidad y bienestar, que se encuentran bajas en este síndrome. Esto en conjunto con el uso de calor alivia significativamente el dolor mejorando el ánimo de la persona.

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